jueves, noviembre 21, 2024
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El Barrio (EB): Imanol, muchas gracias por aceptar esta entrevista. Para comenzar nos gustaría pedirte que le platiques a los lectores de El Barrio un poco sobre tu trayectoria como escritor, como dramaturgo, tus inicios y tus proyectos actuales.

IMANOL MARTÍNEZ: A los 17 años empecé a tomar talleres que daba el Seminario de Creación Literaria que habían fundado los ya fallecidos Luis Alberto Arellano y Luis Enrique Gutiérrez, empecé a acercarme a la literatura y particularmente a la dramaturgia. Al terminar la carrera tuve la oportunidad de irme a estudiar un máster en creación literaria en la Pompeu Fabra de Barcelona, ahí tenía clases con algunos autores que yo admiraba mucho como que es Jorge Carrión, Juan Villoro, Martín Caparrós, con Rodrigo Fresán , Enrique Vila-matas, y ahí fue que decidí empezar a escribir algo más que dramaturgia.
Mi proyecto de fin de master fue una novela (Desahucio) que terminé en México dos años después, hace unos meses se publicó gracias a un premio.

(EB): ¿Cómo fue el momento exacto en que decidiste que serías escritor, lo recuerdas?

IMANOL MARTÍNEZ: Desde que yo era un adolescente, me acuerdo que me gustaba mucho escribir cosas que, era un poco ficcionar mi vida, mis preocupaciones, mis intereses, sin ningún propósito, no era tal cual un diario sino una obra de ficción que iba creciendo conforme iba creciendo yo. Desde ahí creo que fue un primer momento. Luego los talleres, pero sobre todo el momento decisivo fue esa estancia en Barcelona.

(EB): Existen muchos clichés sobre los escritores en la preparación de una novela o alguna obra, ¿cuál ha sido tu experiencia en eso? ¿realmente es necesario huir a una casa de campo en medio del bosque para escribir?

IMANOL MARTÍNEZ: Yo paso mucho tiempo en ese momento previo, procuro esquematizar mucho. A partir de la novela, por ejemplo, mi tutor, que era Jorge Carrión, en las primeras sesiones me decía ‘basta ya de traer mapas, de traer esquemas y empieza a escribir capítulos’, pero es algo que hago mucho.
Claro que a todos nos gustaría tener esas condiciones materiales para irnos a una casa de campo en medio del bosque a escribir, pero no me parece una condición imprescindible para la literatura.
Una anécdota es que justo cuando estaba corrigiendo la novela, hace ya algunos años en una primera versión final que creía yo, quise emular ese cliché y me acuerdo que renté una habitación de hotel con la intención de corregirla, de cara a la ventana y que través de la ventana pudiera ver el “life style” de la ciudad, y pues salió fatal, no me concentré, no había nada que no hubiera tenido en mi escritorio de mi estudio.

(EB): A lo largo de tu carrera en este mundo de las letras has creado diferentes personajes, ¿cuál se ha ganado especialmente tu cariño y a cuál es a quién no soportas?

IMANOL MARTÍNEZ: Para mí es muy difícil tenerle cariño a uno en particular o no soportar a uno en particular. Creo que en la novela, los dos protagonistas que son amigos en Desahucio, serían los personajes a los que les tengo más cariño porque, aunque es ficción, muchas de sus reflexiones partían de intereses personales, y el que no soporto es el de la última obra que escribí que es la obra que ganó el Manuel Herrera hace unos años, que es La Herida del Territorio, ahí había un personaje que era la encarnación de la idea digamos como del “echaganismo”, aquel que es ciego a sus circunstancias y cree que se ha ido labrando una carrera y un supuesto éxito desde su propio esfuerzo.

(EB): ¿Qué se necesita para ser escritor, crees que se trate de un talento nato, cualquiera puede crear historias y escribirlas?

IMANOL MARTÍNEZ: Creo que sí, que cualquiera puede crear historias y escribirlas. Ahora, creo que para ser escritor sí se necesita un oficio, pero que uno pueda compartir desde la escritura lo que piensa, lo que siente, sus vivencias, creo que eso sí lo puede hacer cualquier persona e incluso creo que es muy benéfico en términos como de calidad de vida, emocional; pero para ser escritor se necesita constancia y mucha honestidad. Creo que es más importante ser honesto y que eventualmente alguien encuentre valor en ello.

(EB): Finalmente, ¿cuáles son los retos que enfrenta tu gremio, especialmente con la llegada de editores independientes.

IMANOL MARTÍNEZ: Todo lo que hay detrás de un libro es complejísimo, creo que a veces la emergencia de muchas editoriales por surtir constantemente su catálogo puede restarle esfuerzo al trabajo editorial. Yo tengo colegas que admiro y que quiero mucho, pero con los que no comulgo en términos de autopublicarse, para mí es importantísimo que alguien más valore lo que para bien o para mal escribes y sobre todo, que confíes en el acto generoso de alguien más. Creo que el oficio de escribir pasa por ser riguroso uno mismo, pero también ser lo suficientemente humilde como para reconocer la lectura válida de los pares.

Ganador del 1er Concurso de Cuento Ignacio Padilla 2016.
Premio Nacional Manuel Herrera de Dramaturgia
2016 y 2020.
Premio Nacional de Novela Joven José Revueltas
2021.

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