La posible desaparición del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI) ha suscitado inquietudes en el ámbito periodístico y entre activistas. Se señala que esta medida podría complicar el acceso a información pública, convirtiendo un derecho constitucional en un proceso más desafiante. Sin el INAI, los ciudadanos podrían verse en la necesidad de recurrir a instancias legales para obtener información que debería ser fácilmente accesible.
Desde su creación en 2003, el INAI ha sido fundamental en la promoción de la transparencia, permitiendo a la ciudadanía acceder a información sobre el uso de recursos públicos. La eliminación de este organismo podría significar la pérdida de un garante que ha trabajado por la rendición de cuentas, lo que podría afectar la confianza del público en el acceso a información vital.
Además, la propuesta de establecer una nueva Secretaría Anticorrupción plantea preguntas sobre cómo se garantizará el acceso a la información sin un organismo independiente. La falta de un plan claro podría generar incertidumbre en la ciudadanía, impactando no solo a periodistas y activistas, sino a toda la población. La defensa del INAI es considerada esencial para mantener el derecho a la información y asegurar el funcionamiento efectivo de la democracia.