Cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador anunció que se revisaría el sistema de pensiones del país para que los trabajadores se jubilen al 100% las antenas se encendieron porque si bien los analistas coinciden en que hace falta que se garanticen retiros dignos, esto debe implementarse de forma responsable.
“Un trabajador se jubila y después de 30 años de trabajo, va a recibir, si le va bien, la mitad de su sueldo de pensión. Eso fue Zedillo en el 97, estamos pensando como compensamos para que mínimo, al jubilarse, el trabajador reciba lo que obtiene en activo. Si obtienes como trabajador dos salarios mínimos o tres, eso recibas, no solo el 40 por ciento. Vamos a hacer un análisis, cuánto necesitamos que el gobierno ayude y nos pongamos de acuerdo con el sector privado (…) quien administre es otra cosa, puede ser la afore o el gobierno, lo que yo quiero es que quien se jubile reciba una pensión digna, lo mismo que recibe cuando decide jubilarse”, explicó el presidente en su conferencia matutina tras haber lanzado el anuncio por primera vez en un evento público en Veracruz.
Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE (Banco Base), compartió vía X que esta idea representa riesgos, tanto para las finanzas públicas como para los trabajadores.
“La participación del estado en el ahorro para el retiro de los trabajadores es un riesgo para las finanzas públicas, pues el gasto público, el de pensiones, representa casi el 22% del gasto total y su participación reduciría aún más la capacidad del gobierno para realizar gasto en otros rubros como salud, educación e inversión en infraestructura”, publicó y agregó que eso aumentaría el riesgo de un mayor déficit y endeudamiento y podría conducir a recortes en la calificación crediticia de la deuda soberana de México.
El riesgo para los trabajadores, dijo, es que el gobierno podría “estar tentado” a utilizar ese dinero en proyectos gubernamentales que busquen un rendimiento social, que no necesariamente implica un rendimiento financiero positivo.
Para la politóloga Verónica Malo Guzmán, la sola idea de que sea el gobierno quien controle los fondos para el retiro es escalofriante. En su cuenta de X publicó que además de ser un despropósito se trata de “una violación flagrante de los derechos de todos quienes hemos ahorrado. Máxime cuando las Afores tienen esquemas que sí permiten invertir en valores gubernamentales y que no requieren que el gobierno tome su control.
En su columna “Análisis superior”, titulada Horas de terror, David Páramo expresó que a muchos preocupó que el presidente estuviera pensando en expropiar los 5.8 billones de pesos de las cuentas individuales de retiro, recursos que los trabajadores ahorran con esfuerzo. “Seamos muy claros: no se expropiaría a empresas, sino a personas en lo individual. El Padre del Análisis Superior le ha dicho reiteradamente desde hace una década que el sistema de pensiones debe incluir mayores ahorros por parte de los trabajadores, puesto que los cambios regulatorios ya llegaron a su límite y darle más cargas sería irracional”, publicó y dijo que debe incentivarse el ahorro a través de beneficios fiscales.