¡Me siento en la necesidad de confesarles algo: cuando escuché que estaban filmando una película de Barbie y que se convertiría en el evento del año, una sensación de rechazo y vergüenza me invadió. En mi mente, solo resonaba la palabra “ridículo”.
Sin embargo, se acercaba el lanzamiento de Barbie, y con ello mis pensamientos empezaron a transformarse a unos como “¡qué divertido!”. Así que, decidí tomar el control de la situación y me permití disfrutar de la experiencia plenamente. Compré mi boleto, me pedí una deliciosa pizza, una copa de vino y una irresistible crepa de Nutella con plátano. “Acá vamos, Barbie”, me dije con una sonrisa.
La película me transportó a un mundo lleno de recuerdos: vestidos, zapatos, muñecas y horas de diversión sin límites, conmigo y a veces con mi hermano. Pero también, recordé las conversaciones que rodeaban a las niñas, las mujeres y el color rosa. Barbie tiene razón, ser mujer en esta época conlleva desafíos fuertes. La voz femenina está atrapada en un laberinto de estereotipos sociales, mientras que la voz masculina está distorsionada y sobrevalorada. La independencia y la fuerza de la mujer han sido limitadas por un concepto de belleza que está totalmente desubicado.
Fue en ese momento de reflexión cuando comprendí que la vergüenza y el rechazo que sentí durante mucho tiempo fueron resultado de la cultura en la que crecí. Pero, qué liberador fue darme cuenta de que yo tenía el poder de cambiar esos sentimientos impuestos. La felicidad, el amor propio, la inspiración y la confianza se elevaron para tomar el lugar que les correspondía. Sin darme cuenta, me reencontré con mi lugar seguro: el color pantone 219C, el icónico Barbie Pink.
Fue así como Barbie me llevó a las lágrimas tras el poderoso discurso de América Ferrera, y me hizo comprender la increíble magnitud de su influencia. Lo comparto aquí:
“Es literalmente imposible ser mujer. Eres hermosa e inteligente, y me duele en el alma que no creas que eres suficientemente valiosa. Nos exigen ser extraordinarias, pero de alguna manera, siempre nos critican por no serlo lo suficiente. Tenemos que ser delgadas, pero no demasiado; decir que queremos ser delgadas es mal visto, pero estar delgadas es lo que se espera de nosotras.
Se nos exige tener dinero, pero no podemos pedirlo, porque eso sería tachado de grosería. Debemos liderar, pero no ser demasiado duras; liderar, pero sin opacar las ideas de los demás. Debemos amar ser madres, pero tampoco hablar de nuestros hijos todo el tiempo. Se nos pide ser profesionales y cuidar a los demás simultáneamente.
Nos hacen responsables de la mala conducta de los hombres, una locura en sí misma, pero si lo señalamos, nos acusan de ser quejosas. Nos dicen que debemos ser atractivas para los hombres, pero no demasiado, para no tentarlos o amenazar a otras mujeres, ya que debemos ser parte de la sororidad.
Siempre se espera que destaquemos y seamos agradecidas, pero nunca se olviden de que el sistema está amañado y encuentren una manera de ser agradecidas. No debemos envejecer jamás, nunca ser groseras, nunca presumir, nunca ser egoístas, nunca fracasar, nunca tropezar, nunca mostrar miedo, nunca ser impertinentes.
Es extremadamente difícil y contradictorio, y nadie nos aplaude o nos agradece. Al final, nos encontramos creyendo que todo lo que hacemos está mal y que todo es nuestra culpa. Estoy harta de verme a mí misma, y a cada mujer del mundo, esforzándonos hasta lo imposible para ser aceptadas por los demás”.
En ese momento, decidí romper con la cultura que intentaba oprimirme. Acepté mi autenticidad y valentía. Barbie me recordó que mi libertad e independencia estarán siempre en mis manos, yo debo elegirlas. Ahora, abrazo con fuerza el poder del color Barbie Pink y me abro al mundo con la convicción de que, como mujeres que se apoyan unas a otras, podemos brillar sin culpas. Enfrentemos al mundo con confianza y determinación, llevando en nuestro interior el brillo y la magia única que nos hace excepcionales. Cada paso que damos es un testimonio de nuestra grandeza. Somos mujeres empoderadas, capaces de marcar la diferencia en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.
¡Te invito a elevar tus looks y brillar sin límites!
Con amor,
Alix
Diseñadora y Asesora
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