Con su victoria en las elecciones presidenciales de 2024, Donald Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca, marcando el comienzo de un segundo mandato que promete ser aún más audaz y polarizador que el primero. En su discurso de aceptación, Trump ha dejado claro que implementará medidas drásticas en inmigración, incluyendo un programa de deportación masiva que movilizará tanto a la Guardia Nacional como a las fuerzas policiales locales para expulsar a millones de inmigrantes indocumentados. También continuará con su promesa de reforzar el muro fronterizo, esta vez con un enfoque aún más severo.
Un giro conservador y la lucha por los derechos sociales
El regreso de Trump también implica un giro conservador en los derechos sociales. Tras la anulación de Roe v. Wade, el nuevo presidente ha afirmado que la cuestión del aborto debe ser resuelta a nivel estatal, permitiendo que cada estado decida si prohibir o permitir el aborto. Además, su administración presionará por la prohibición de que los niños transgénero participen en deportes femeninos y buscará legislar solo dos géneros legales, eliminando el reconocimiento de identidades no binarias. Estos movimientos prometen aumentar las tensiones sobre derechos civiles y cuestiones de género en todo el país.
Un enfoque económico proteccionista y aislacionista
Trump ha reafirmado su compromiso con el proteccionismo económico. Con la promesa de imponer aranceles de hasta un 20 % a productos importados y hasta un 200 % a los autos provenientes de México, su objetivo es revitalizar la industria nacional, lo que podría afectar las relaciones comerciales con otros países. En cuanto a su política exterior, Trump se ha comprometido a reducir la participación de EE. UU. en organismos multilaterales, como la OTAN, y a adoptar un enfoque más aislacionista, lo que podría cambiar el papel de Estados Unidos en el escenario global.
El desafío fiscal y ambiental: ¿Un segundo mandato sostenible?
Aunque Trump busca una revitalización económica con rebajas fiscales y mayores incentivos para la industria nacional, sus propuestas podrían aumentar la deuda federal en billones de dólares, exacerbando los problemas fiscales del país. En términos ambientales, ha reiterado su compromiso de expandir la producción de combustibles fósiles y eliminar las regulaciones que protegen el medio ambiente, lo que podría agravar aún más la crisis climática y poner en riesgo los esfuerzos por mitigar el calentamiento global. Este nuevo mandato de Trump parecerá estar marcado por una fuerte polarización y un enfoque en la redefinición del papel de EE. UU. tanto a nivel interno como internacional.