Que un estudiante de pronto no quiera ir a la escuela, cambie su comportamiento, que deje de comer, que cambie su estado de ánimo o que rechace las preguntas que se le hacen o se muestre irritable, son algunas situaciones que deben alertar a los padres de familia y con las que podrían detectar que su hijo o hija es víctima de bullying o acoso escolar.
El estado de Querétaro ocupó el primer lugar en la prevalencia de violencia hacia las mujeres de 15 años o más, en el ámbito escolar, con 40.3%, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021), donde el promedio nacional es de 32.3%. Con esta cifra, Querétaro se coloca por encima del Estado de México que tiene una prevalencia de 36.6 % y de Colima con una prevalencia de 36.3%
De acuerdo con dicho estudio, la violencia física, con 18.3%, fue la de mayor prevalencia a lo largo de la vida escolar, en tanto que la violencia sexual, fue 13.7 % y fue la más experimentada en los últimos 12 meses.
La UNICEF, en un video publicado en Youtube con el título “El bullying mata”, explica que el acoso escolar no se limita a maltrato físico, y por ello, los padres de familia deben estar atentos
a las señales de alerta que muestren sus hijos pues, este acoso escolar puede ser a través de mensajes de texto, aislamiento, insultos, y cuando eso suceda, los niños o adolescentes víctimas de bullying, necesitarán acompañamiento de sus padres, sin sobreprotección y comprensión ante la posibilidad de que su rendimiento escolar no sea el mejor.
Recientemente, los diputados integrantes de la Comisión de Educación y Cultura de la Legislatura local, aprobaron una reforma a la ley de educación para contar con una cultura de paz y entornos escolares libres de violencia en la entidad, que tiene como objetivo identificar qué hacer y a dónde canalizar las situaciones de riesgo en las instituciones, y que los padres de familia sepan cómo actuar ante estos casos, y se busca que la iniciativa contemple lineamientos generales sobre la actuación integral de las autoridades.
De acuerdo con la diputada local, Ana Paola López Birlain, datos de la UNESCO arrojan que 1 de cada 3 niños en el mundo es víctima de acoso, y la violencia escolar es un problema grave que persiste básicamente en todas las regiones del mundo y con esta iniciativa se busca generar entornos escolares más humanos, incluyentes y equitativos, pero que es tarea de todos, ser agentes de cambio.
Además, el DIF Estatal y la Unidad de Servicios para la Educación en el Estado de Querétaro (USEBEQ), firmaron recientemente un convenio de colaboración a fin de unir esfuerzos para prevenir, atender y apoyar con acciones para detectar riesgos de violencia escolar en niñas, niños y adolescentes que acuden a preescolar, primaria y secundaria, así como protocolos de actuación.
Juan Martín Pérez, coordinador de Tejiendo Redes Infancia para América Latina y el Caribe, explicó, en una entrevista concedida al periódico El País, que según la prueba PISA, con la que se miden los conocimientos y el ambiente en el que se desarrollan los estudiantes de la OCDE, el 23% de los estudiantes mexicanos señalaron vivir bullying.
Ese dato, dijo, se refuerza con lo que arroja la Consulta Infantil y Juvenil que realizó el Instituto Nacional Electoral (INE) en la que el 15% de los estudiantes señalaron ser víctimas de acoso escolar y un 28% de discriminación en la escuela, y que la violencia física normalmente va acompañada por otro tipo de discriminación por su color de piel, por su poder adquisitivo y por su orientación sexual.
De acuerdo con el especialista, los niños y niñas agresores han sido víctimas de violencia intrafamiliar y escolar en algún punto, y uno de cada tres estudiantes en el mundo sufre acoso escolar, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (Unesco).
Destacó que entre 2014 y 2021, la Secretaría de Educación Pública recibió 6,252 quejas por bullying, no obstante, los maestros han dejado ver recortes presupuestales de hasta el 30%, lo que ha ido eliminando programas escolares, pues de 43 programas que tenía la SEP, solo quedan 17.
Lamentó que el tema de la violencia escolar se haya reducido a “casos aislados” y considerarse “un problema de niños malos y de familiares irresponsables”. Dijo que lejos de implementar penas de cárcel más elevadas, la alternativa está en involucrar a los niños y adolescentes en una cultura de paz, “para que ellos mismos sean mediadores de los conflictos que pasan dentro de sus colegios”.